¿En qué consiste?

En realizar un tratamiento sobre los dientes que involucran la sonrisa para lograr corregir problemas de color, tamaño, espacios (diastemas) forma, alineación de los dientes involucrados y así conseguir una mejora estética tanto en sonrisa como en reposo.

Se evalúan distintos factores como la cantidad de diente que se muestra en relación con los labios, el color de estos y la fonética.

¿Cómo se realiza?

Lo primero es la planificación y prueba en boca del tratamiento propuesto. Esto se hace por medio de una maqueta de los dientes en la cual se le agrega cera simulando el posible resultado. Esto luego se puede traspasar a la boca del paciente para que se pueda ver directamente y tomar la decisión de realizarlo según lo propuesto.

Una vez aceptado el tratamiento, se realizan un desgaste según las necesidades del paciente (en ocasiones sin desgaste, en otras un desgaste según el color de los dientes del paciente y posición de estos.

Luego se procede a tomar un molde y envío a laboratorista, para carillas de cerámica, o se realiza el procedimiento directamente en el sillón dental para el caso de las carillas de resina en donde se va el paciente inmediatamente con sus dientes nuevos.

¿Cuáles son las diferencias entre estas carillas?

Las de cerámica tienen la ventaja de ser más duraderas en el tiempo, viendo casos de muy buena estabilidad a los 20 años de realizadas. El color es estable en el tiempo, son más resistentes mecánicamente, pero el costo de realización es mayor a las de resina y el tiempo de ejecución también es mayor.

Las carillas de resina se realizan relativamente rápido, son más económicas, estéticamente hablando ambas carillas son excelentes, pero requieren una mantención anual en la que se van corrigiendo detalles de pulido sobre todo. Sin menos resistentes que las de cerámica por lo que se deben cuidar y evitar malos hábitos orales (comerse las uñas por ejemplo).